LA LUNA EN TODO SU ESPLENDOR

Cuando llegó la LPI La Luna se convirtió en uno de los objetos más atrayentes por bastante tiempo, dejó de ser el bicho molesto para la observación que normalmente nos arruinaba más de una foto.
Le sacamos todas las fotos imaginadas ya que pasamos de la Minolta con película (un fierro) a una digital, y eso se tradujo en no gastar más en revelado.

Los buenos resultados de la LPI nos animaron a experimentar con aumentos, tratando de fotografiar hasta el cráter más difícil e hicimos inventos de todo tipo como usar la filmadora directamente en el ocular hasta intrudicir oculares en el camino entre el telescopio y la cámara; acá ya con la Canos EOS10.

Por supuesto que de las miles de fotos que sacamos un muy buen porcentaje fue descartado principalmente por el movimiento, más aumento usábamos más difícil era que el viento no inchara.



...y hasta la llegamos a proyectar. Esta fue una experiencia muy piola y con el fantástico libro "Observar el cielo" pudimos identificar unos cuantos cráteres y con Leo hasta nos animamos a estimar la altura de algunas montañas.